Me retuerzo de dolor en el sofá leyendo comentarios en las redes sociales, en webs especializadas, sobre los Torneos de Valladolid CADETE y Hospitalet JUNIOR.

Felicito a todos los participantes y por supuesto a los ganadores.

Meter ambos en el mismo saco es un crimen, nada tiene que ver la idea de uno con el otro, lo sé, pero el tratamiento de los medios con ambos fue similar. Así que allá vamos, intentaré ser “suave, anoche estaba demasiado caliente como para ponerme a escribir, y esta mañana me pegó otro subidón al leer los titulares hasta de prensa escrita, com dicen en mi pueblo: «Pa’ mear y no echar gota».

Por favor, ¿ustedes creen que es tratamiento adecuado para la formación de un jugador@ el que se le dé tanto bombo y platillo a unos números? ¿Es normal endiosar a un jugador@ menor? ¿Le estamos haciendo algún favor en su formación?

Si viviéramos en USA alguien habría hecho un estudio, y estaría publicado con los nombres de jugadores “cracks” y dónde están ahora, con aquellos relevos de…, con las estrellas nacientes que se apagaron. Seguro que aquí también lo tenemos, pero no están publicados. Y así callar la boca de algunos, no aventurarse tanto en el futuro de niños…al menos tendría miedo de equivocarse, aunque algún inconsciente publicaría.

La culpa no es del periodista, hacen un trabajo maravilloso, felicito a Basket cantera por hacernos llegar los partidos, a las webs de los campeonatos, y a los medios que nos acercan al baloncesto, los que no hemos podido desplazarnos hemos disfrutado de ellos en la distancia. La culpa es que necesitamos de la “NOTICIA”, me gustaría que estos periodistas, estos medios, se dedicaran a informar, sin endiosar a los chic@s. Que estudiaran y nos hicieran llegar porqué tal cantera, o tal equipo ahora “consigue” jugadores de tal nivel. Un estudio que siga a las jóvenes promesas que nos venden, durante 3-4 años, dónde juegan, que hacen, que estudian, como les va….

Me viene a la cabeza un estudio (ANÁLISIS DE LA FORMACIÓN DEL JUGADOR EXPERTO DE BALONCESTO EN ESPAÑA P. Sáenz-López, F.J. Giménez, A. Sierra, S.J. Ibáñez, M. Sánchez) podréis encontrarlo en internet al completo, yo os pongo un cuadro resumen que nos habla de la importancia del entorno, y por ahí es donde mi gran bronca a los medios.

La investigación se hace a partir de coger un grupo de entrenadores, jugadores, coordinadores de cantera y expertos en baloncesto.

estudio

 

Trascribo los apartados de contexto y Psicología individual, que SON LOS MAS IMPORTANTES según el estudio:

CONTEXTO (CON):

La cantidad de factores que rodean a un jugador son decisivos para que llegue a jugar en la máxima competición (Rees y Hardy, 2000). Todos los sujetos entrevistados coinciden en la importancia de la familia, recomendando una intervención moderada de los padres en la línea que indica Sánchez (2002): “es tan importante que si falla tu entorno o tu familia… , afecta tanto como el no saber tirar o no saber botar” (jugador 1); hay que formar a los hijos y a los padres” (experto 2).

La formación deportiva del jugador es trascendental. El impacto y la formación de los entrenadores en categorías inferiores es fundamental para el jugador (Sánchez, 2002), así como las características de la cantera del club en el que se forma: “es muy raro que un jugador llegue a ser muy bueno sin una de estas partes: porque no haya tenido entrenadores buenos, porque no haya tenido padres buenos desde el punto de vista de saber encauzar la forma de actuar de su hijo” (entrenador 1); “tener estos entrenadores tan buenos que he tenido, que eran entrenadores que han provocado que mi formación haya sido buena, tanto deportiva como personal” (jugador 1). En este sentido, se destaca el proceso seguido en cuanto a no buscar rendimiento precozmente así como no generar expectativas: “creo que el principal problema radica en que la mayoría de jugadores y entrenadores quieren sacar el máximo rendimiento actual del jugador” (entrenador 1); “es muy difícil y yo diría casi imposible que un jugador que tenga un rendimiento en su base inicial luego sea un jugador destacable” (experto 1).

Nos satisface el hecho de que incluso los jugadores destaquen la importancia de no abandonar los estudios bajo ningún concepto: “los estudios te ayudan mucho para ser un buen jugador porque te ayudan a entender el juego” (jugador 2).

Las razones por las que jóvenes talentos no llegan son diversas. Por ejemplo, la oportunidad en el momento clave, desarrollo físico precoz, cansancio, falta de sacrificio, el entorno del jugador, etc.: “en la etapa de la adolescencia… el grupo de amigos y el contexto social en el que te muevas te pueden llevar a perder la perspectiva de lo que es el deporte” (coordinador 1); “no todos aguantan el sacrificio de tener que entrenar todos los días” (jugador 5).

Algunos destacan la importancia de la motivación, del disfrute y de jugar en el tiempo libre, sobre todo en las primeras edades: “entonces todos los recreos me los pasaba jugando” (jugador 2).

La posibilidad de jugar en una categoría superior puede ser interesante para algunos jugadores, pero depende de muchos factores que hay que analizar como el físico, el táctico o el psicológico: “si la competición que juega no es de la calidad suficiente, debemos intentar buscar una solución a ella, y esta solución sería que juegue en una categoría superior para que encuentre esa competitividad” (experto 3); “si un chico no es muy maduro, el hecho de subir, de quitarle de sus compañeros… pues a lo mejor no puede ser” (experto 5).

Otro tema de gran interés es el de becar a jugadores de otras zonas. Los coordinadores de cantera coinciden en no hacerlo demasiado pronto y analizar sus capacidades psicológicas y su entorno: “que el entorno donde estén sea lo más parecido al entorno familiar” (experto 3); “normalmente desde los dieciséis años, cadetes de segundo año” (coordinador 4).

 

PSICOLOGÍA INDIVIDUAL (PSI):

En la línea de las conclusiones de Weinberg y Gould (1996), todos coinciden en varias claves psicológicas entre las que destaca el deseo de aprender y mejorar cada día: “lo que diferencia a los que son muy buenos de los que son simplemente buenos es que con la edad siguen queriendo aprender” (entrenador 1); “yo siempre he intentado aprender algo más…, intentar ser un jugador completo porque para jugar en ACB o en la selección hay que ser jugadores completos” (jugador 4). Coincidimos con K.T Thomas y J.R. Thomas (1999) en señalar otro factor común en los jugadores de elite que es su capacidad de trabajo y de sacrificio: “yo creo que mentalmente el jugador siempre debe ser duro, mentalmente, a la hora de sacrificio, de trabajo, de esfuerzo” (entrenador 6). La fortaleza mental, el equilibrio emocional es muy importante para todos: “he jugado con muchos jugadores que han sido muy buenos, pero que luego en el campo eran muy flojos, eso ha hecho que se hayan quedado en el camino. Pienso que para estar aquí tienes que ser muy fuerte físicamente y mentalmente también” (jugador 2). También la confianza que tenga el jugador en sí mismo es decisivo para llegar al máximo nivel: “pero cuando te sientes cómodo en un equipo, con tus compañeros, gastas bromas, a la hora de jugar te sientes mucho más cómodo y con muchas más confianza” (jugador 2).

Tres de los cuatro grupos de entrevistados destacan aspectos como la inteligencia del jugador, su capacidad de concentración, etc.: “ver si el jugador es creativo, intuitivo” (experto 3); “requiere mucha cabeza, inteligencia y muchas veces no es el que más condiciones tiene el que más lejos llega sino el que sabe exprimir mucho mejor dos, tres, cuatro cositas” (jugador 7). El comportamiento en la competición y el nivel de ésta también es muy importante: “los niveles de eficacia…. que tienen a lo mejor los jugadores yugoslavos, seguro que es porque han hecho multitud de lanzamientos en competiciones, donde han ido con mayor o menor presión” (experto 2). Por otra parte, enfatizan, coincidiendo con Añó (1997) o Marqués (2001) en que el jugador no debe obsesionarse, ni sentir presión, y ser consciente de lo difícil que es llegar a jugar en la máxima competición: “cuántas veces un jugador se pierde por creer que nada más llegar ya lo tiene todo. Entonces resulta que deja de trabajar, de esforzarse por llegar, coquetea con la elite en el sentido de decir ya soy alguien importante, empieza a tratar a la gente de otra manera, muchos de esos jugadores se pierden” (coordinador 2).

Los entrenadores coinciden con Thomas y Thomas (1999) al considerar muy importante el juego en las primeras etapas de formación y los jugadores amplían esta necesidad de disfrutar y del gusto por el juego hasta la edad adulta: “creo que lo más importante de un jugador cuando empieza por mucho que quiera llegar es que disfrute de lo que está haciendo” (entrenador 1); “que se tome con calma, que se lo tome como una diversión, que no abandone nada, ni de estudios, ni de actividades sobre escolares, porque si el baloncesto tiene que llegarle, pues le llegará” (jugador 3). También destacan la educación y formación del jugador: “padres que han apoyado, que siempre han pensado que la formación técnica y táctica iba unida a la formación personal para mí son los que han triunfado” (entrenador 9).

Los jugadores también consideran importante ser humilde y no creérselo: “esos entrenadores me ayudaron a tener una formación como jugador en plan de trabajo, de humildad, de no creértelo a pesar de estar en un colegio en el que destacas mucho… había que trabajar muy duro, había que pelear cada partido, pues ahí aprendí la humildad” (jugador 4).

Los coordinadores llaman la atención sobre los riesgos psicológicos de subir de categoría a un jugador que no esté preparado: “hay chicos que con su generación quizás no entrenarían con el nivel necesario y que con una generación más podrían tener un buen rendimiento, pero a lo mejor madurativamente o emocionalmente les viene largo porque entonces ya creen que son superiores y pierden la humildad. Creo que debe ser claro para la gente, no tener prisa y no quemar etapas” (coordinador 4).

Los expertos creen que no se debe cansar al jugador con demasiado baloncesto para que siempre tenga ganas de jugar: “Intentar no saturarlos debe ser uno de los factores importantes a la hora de formar a estos jugadores” (experto 3).

En la edad clave previa al salto definitivo, puede ser importante la intervención de los agentes que pueden aconsejar mal al jugador: “el año pasado entrenaba a la selección cadete, que eran jugadores… de 16 años, la mitad de ellos o más ya tenían agentes” (entrenador 4).”

 

Sé que esta entrada se está haciendo larga… pero la gravedad de jugar con las emociones de padres, niños, entrenadores, me parece requerirlo.

 

La próxima vez que ENDIOSES A UN NIÑO PIENSA:

  • Si todos te alaban, ¿Cómo no creerte el mejor? Y consecuentemente dejar de esforzarme para conseguir más.
  • Si todos te ponen un foco encima ¿Cómo divertirte aprendiendo, creciendo? Has creado una presión que no deseaba. Cada partido me viene a ver gente, me ponen nervioso, no disfruto.
  • ¿Para qué formarme para un futuro, estudiar jajaja? Si voy a ser jugador profesional, todos lo dicen. Tú se lo has dicho.
  • ¿Cómo estarán afrontando estas noticias los CRACKS de hace dos, tres años?
  • ¿Cómo se sienten sus compañeros de equipo? ¿Es bueno para el chico que puede llegar, los sentimientos contradictorios que se dan dentro de su equipo?
  • Y el entorno, ¿cómo calmará la familia, el club esta furia creada, esta bestia de egocentrismo que hemos lanzado?

No lo ayudas, así no lo ayudas, deja que todos disfrutemos de ellos, deja que crezcan, que sigan siendo felices.

Demasiado complicado es no ser un chico/a normal, dedican mínimo 4 horas al dia al baloncesto, sacrifican amigos, vacaciones, tiempo, por aquello que les apasiona,  son especiales, así que POR FAVOR NO SE LO HAGAS MAS DIFICIL.

Paciencia familias (entendiéndolas como la unión de Familia-Club-Entrenador-Equipo), paciencia y trabajo, os toca arreglar este desaguisado: Suerte.

Como siempre abierto a discusiones: @alexpherrera y en face: entrena con Alex Perez.

PD.: EL PROXIMO: Cómo crear una estructura para el crecimiento del jugador.